jueves, 17 de marzo de 2011

historia

Micha y su abuela
El abuelo, el mayor de la casa, era muy muy anciano. Sus piernas ya no soportan su peso, sus ojos ya no podían ver, sus oídos no escuchan y en su boca no quedaba un solo diente. Su hijo y su nuera no le servían la comida de la mesa, sino al lado de la estufa, para que no ensuciara. Una vez le pusieron la comida en un tazón. Cuando el viejecito quiso levantarlo, lo dejo caer sin querer, y el traste se rompió. Todo se derramo sobre el piso.
Muy disgustada, su nuera le reprochó a gritos que ensuciara todo el suelo de la casa y que rompiera así los trastes de su vajilla. Empleando un tono grosero, le dijo al abuelo que a partir de ese día le servirían de comer en una cubeta de madera, como las que usaban para dar su alimento a los animales.
El anciano suspiro profundamente, pero no dio respuesta alguna a esa palabra que lo habían lastimado.
Paso algún tiempo desde esa ocacion.Un día estaba en la casa el hijo y la nuera del anciano. Los dos esposos miraban con mucha atención a Micha, el pequeño niño de ambos. Los acomodaba de una manera y de otra, como si quisiera darle forma a un objeto.
-¿Qué figuras estás haciendo con esos pedazos de manera, hijo?
-pregunto como curiosidad su padre.
-Estoy haciendo una cubeta de manera papa. De esa forma, cuando tú y mama sean tan viejos como el abuelo poder usarla para servirles su comida-informar el pequeño Micha.
Sin decir ninguna palabra, el hombre y la mujer se pusieron a llorar. Sentían mucha vergüenza de haber tratado al abuelo de aquella manera. Desde aquel
día de nuevo le sirvieron la comida en la mesa, y lo cuidarlo muy bien

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